La caída

He caído oh eterno, he caído,
Estrepitosamente la alta montaña me arrojó,
Mi poder sobre los cinco desvaneció; feneció.

¿Qué soy ahora?
¿Qué fui yo?
Mi ego y vanidad han morado en tu sagrada casa,
Ellos no pueden ahora recibir tu Divina Presencia,

Me encuentro, Padre, perdido entre extraviados,
Ciego entre ciegos que no quieren ver,
Extiende tu mano señor,
Que yo extenderé la mía,
Por más desecho que esté.

No hay comentarios:

Publicar un comentario